Nihonto es el término correcto para referirse a las katanas y otras armas japonesas elaboradas con métodos tradicionales y materiales únicos que simbolizan el honor del samurái, unos de los guerreros con más misticismo de la historia. Nada tienen que ver con la réplicas y copias modernas asiáticas que abundan ahora mismo, son piezas de historia, de calidad incuestionable que hace que, pese a tener en ocasiones más de 500 años de antigüedad parezcan recién fabricadas.
El meticuloso y largo proceso de forja de las espadas samuráis se desarrollaba con la perfección de los maestros forjadores de la época, usando acero de Tamahagane -un acero creado especialmente en Japón para estas armas- a través de un proceso de plegado diferencial que da lugar a patrones en la hoja similares a los dibujos del acero de damasco, y a su tan clásica curvatura y hamon -los patrones en forma de olas del filo-. Las monturas –koshirae– y sus partes como tsubas -guardas- Fuchi-kashira y sayas son obras de arte por mérito propio, en los que se utilizan materiales nobles como oro, plata y bronce y son muy preciadas por coleccionistas de todo el mundo.
A diferencia de todas las réplicas y copias que circulan por internet, Supein Nihonto ha hecho realidad el sueño de muchos: poseer una antigua pieza de arte samurái, ya sean armas, armaduras u objetos de arte como inros o netsukes de cientos de años de antigüedad.
Normalmente las espadas se realizaban en unas épocas del año concretas, donde se unían una serie de condiciones perfectas como la temperatura para elaborar estos objetos. Diferentes artesanos y escuelas elaboraron espadas con sutilezas y detalles particulares dando su estilo único a las espadas. Algunas de estas armas además de estar firmadas en la espiga por el forjador también están fechadas o incluso narran algún suceso o prueba de corte de la época.
Los Samuráis tuvieron su cénit entre los siglos XV y XVI, con periodos de guerras entre clanes hasta la unificación y pacificación de Japón llevada a cabo por el primer Shogun Tokugawa Ieasu, retratado recientemente en la serie “Shogun” como Lord Toranaga, un personaje de ficción basado en Ieasu.
La empresa se encarga de viajar a japón y cuenta con un equipo allí que participa en subastas vetadas a la mayoría de los europeos y ha sabido como entrar en un nicho muy especializado gracias a la pasión, esfuerzo y estudio de toda una década.
Pese a comenzar su proyecto con la adquisición y comercialización de armas y armaduras, también incluye objetos de arte del Periodo Edo y Meji, como Inros -cajas lacadas de madera para llevar medicinas o tabaco que se colgaban en el obi– o netsukes -pequeñas obras de arte en forma de figuras decorativas en madera o marfil para sujetar el inro al obi-. La antigüedad de todas sus piezas cuenta con certificación propia y en muchos casos también por asociaciones de preservación de la espada japonesa, asociaciones sin ánimo de lucro que certifican la autenticidad, periodo y forjador de algunas espadas.
Las espectaculares armaduras, portadas por auténticos samuráis de siglos pasados, son consideradas una obra de arte por sí mismas. Además del valor histórico resultan imponentes una vez expuestas. Algunas de ellas, junto a espadas y otras piezas han sido expuestas en galerías y museos por Supein Nihonto para deleite de los visitantes, así que algunas piezas incluso tienen “pedigrí” que otorgan más valor para los coleccionistas.
Gracias a ser una empresa europea la facilidad de servicio permite entregas en 48-72 horas además del ahorro de trámites, aduanas, aranceles y gastos extras al comprar piezas similares en Japón. Así que ya no tienes excusa, si siempre has querido tener una auténtica katana, u otro tipo de objetos clásicos de la historia de Japón no dejes de visitar su página web www.supeinnihonto.com
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