El arte de fabricar muñecas kokeshi, con más de 400 años de antigüedad, es una tradición que pone de manifiesto la belleza de la artesanía tradicional. Las kokeshi se logran a partir del torneado de trozos gruesos de madera y tallándolas a partir de ahí.
En el transcurso de un viaje a Japón, el diseñador americano Michael Kritzer vio varias muñecas kokeshi y tanto la belleza del acabado como la conexión objeto-persona le llamaron la atención. Así, decidió colaborar con un grupo de ceramistas japoneses con el objetivo de crear una colección única de tazas, teteras y botellas de porcelana.
La colección Ototi Dorinku Dolls, que así se llama esta serie de piezas, se fabrican en Hasami. Se trata de una ciudad de la prefectura de Nagasaki muy conocida por su porcelana. Hay dos tipos de botellas: con forma circular o alargada, que se pueden combinar con tazas de sake o té con una protuberancia en el centro que les permite «acoblarse» al cuello de la botella para imitar así la forma de una muñeca kokeshi.
Visto en: Spoon&Tamago
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