Top 7 películas de terror japonesas

Japón está lleno de leyendas de todo tipo y por eso es muy posible que sea uno de los países donde el miedo ha calado más hondo en la sociedad y se plasme en todo tipo de medios. En las siguientes líneas os presentamos 7 de las mejores películas de terror japonesas con tramas para todos los gustos: perturbados, almas en pena, maldiciones, apariciones, asesinos estudiantiles, etc.

1- The Ring (1998) , de Hideo Nakata

Basada en la novela de Koji Suzuki, el denominado “Stephen King Japonés”, esta archiconocida película combina brillantemente la iconografía clásica japonesa de horror con leyendas urbanas y el miedo a la tecnología. Constituye así una imprescindible adición a las kaidan eiga y una terrorífica modernización de las típicas obras de teatro con yûrei.

Reiko, una periodista de Tokio, empieza a investigar una serie de misteriosas muertes relacionadas con la supuesta “maldición” de una cinta de vídeo. Las víctimas reciben una llamada después de ver el vídeo en la que se les dice que solo les queda una semana de vida. El influjo de la maldición termina afectando a la protagonista tras viajar a una cabaña de la península de Izu donde habían vivido algunas de las víctimas. Con la ayuda de su exmarido, descubre el origen de la maldición: Sadako, la hija de una psíquica que se tiró al volcán de Oshima, Shizuko.

2- Tetsuo, el hombre de hierro (1988), de Shinya Tsukamoto

Un oficinista de Tokio mata a un fetichista del metal en un accidente y junto con su novia se deshace del cuerpo. Sin embargo, el cadáver del fetichista maldice al oficinista y su cuerpo empieza a mutar grotescamente, convirtiéndose en un híbrido de carne y metal. También termina matando accidentalmente a su novia.

Tetsuo, el Hombre de Hierro es una película poco ortodoxa con una trama y una escenificación tremendamente sórdidas. Las imágenes en blanco y negro ya de por sí impactantes se vuelven todavía más insólitas con las distorsiones visuales, las alucinaciones, las secuencias en stop-motion y una banda sonora industrial acentuada con siniestros alaridos.

3- Audition (1999), de Takashi Miike

Un productor de TV que ha enviudado y que vive con su hijo adolescente decide volver a casarse tras varios años de la muerte de su esposa. Un amigo le sugiere organizar una audición de una falsa película para atraer chicas y así elegir a la candidata más idónea para casarse con ella. Le termina llamando la atención una ex bailarina de ballet llamada Asami. Sale con ella una temporada y se la lleva de fin de semana romántico con la intención de pedirle matrimonio. Más tarde, Asami desaparece misteriosamente y Aoyama indaga en su pasado. Descubre que su tío abusaba de ella y también varias misteriosas desapariciones y secuestros relacionados con ella. Como castigo por descubrir un pasado que quería mantener oculto, Asami irrumpe en casa de Aoyama y comienza su sangrienta venganza por su supuesta «traición».

Basada en la novela de Ryu Murakami, la película construye poco a poco un ambiente inquietante para luego impactar salvajemente al público en el tramo final.

4- Battle Royale (2000), de Kinji Fukasaku

Una clase de alumnos de noveno grado es seleccionada al azar mediante una lotería y trasladada a una isla desierta. Les proporcionan cinturones explosivos y armas diversas y les obligan a participar en una competición de supervivencia de 3 días en la que el último estudiante en pie es el vencedor.

A pesar de que no es una película de terror al uso, la película muestra asesinatos horripilantes llevados a cabo de maneras muy imaginativas e inesperadas. También se nota la influencia de las películas de la yakuza en ciertos personajes siniestramente nihilistas y en escenas de violencia orquestada en lo que es una película que critica duramente el sistema educativo japonés, asfixiante y ultracompetitivo.

5- Pulse (2001), de Kiyoshi Kurosawa

Michi, una florista de Tokio, presencia el suicidio de un amigo suyo cuando va a su piso a buscar un disquete en el que estaba trabajando. El disquete contiene imágenes perturbadoras de lo que parece ser el mundo espectral. Otro estudiante se topa con un software que le invita a “conocer a un fantasma” y diversas personas se encuentran con espectros cuando usan el ordenador. Al final, parece ser que las almas condenadas están encontrando una nueva manera de contactar y aparecerse en el mundo de los vivos a través de Internet y la sociedad tal y como la conocíamos se empieza a desintegrar.

Pulse es una de esas películas japonesas tan ambiciosas que presentan disquisiciones filosóficas al mismo tiempo que produce escalofríos en el espectador. La película de Kurosawa produce sensación de estar en una pesadilla y confunde al espectador con un inquietante desarrollo de la trama cuya guinda la pone un final apocalíptico.

6- Dark Water (2002), de Hideo Nakata

Yoshimi, una joven madre que atraviesa un agrio divorcio, se muda con su hija de cinco años a un destartalado bloque de apartamentos en los que agua sucia gotea constantemente del piso de arriba. La hija de Yoshimi, Ikuko, empieza a hablar con una “amiga imaginaria”, Mitsuko, que resulta ser el fantasma de una niña que desapareció hace años. La madre va descubriendo la verdad detrás del triste pasado de Mitsuko y descubre que tiene una terrible elección por delante si quiere proteger a su hija.

El apartamento, decrépito, frío y húmedo constituye un personaje más del reparto, que proyecta un ambiente espeluznante, de tristeza y de desesperación. La habilidad de Nakata a la hora centrarse en los personajes los hace tan creíbles que es fácil empatizar con ellos y hace que el espectador se preocupe por la frágil salud mental de la madre. El film, desde el comienzo hasta el desolador final, es tremendamente absorbente.

7- Ju-On: The Grudge (2002), de Takashi Shimizu

De todas las películas japonesas modernas de terror, Ju-On es la que posiblemente ha tenido más éxito en fusionar el kaidan tradicional con las técnicas americanas contemporáneas de dirección. Shimizu utiliza efectos simples pero impactantes y una banda sonora inusual para así crear momentos de verdadero y sublime terror.

Las entidades espectrales tampoco están confinadas en un solo sitio, si no que siguen a sus víctimas a sus casas o lugares de trabajo. No hay lugar seguro. Además de provocar terror, los fantasmas emanan el odio y la rabia de verdaderas almas en pena. También presenta algunos subtextos sociales como el caso de la anciana abandonada en la casa maldita.

La narrativa de la película se divide en diferentes secciones con distintos personajes y líneas temporales de manera que resulta imposible identificarse con el punto de vista de un solo personaje. En resumen, una película de obligado visionado que bajo ningún concepto te puedes perder.

Visto en: The Movie Waffler

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