Qoobo, el gato robótico contra la ansiedad

Hay millones de gatos para adoptar en el mundo, pero los japoneses han creado un aparato que sustituye a estos felinos. Se trata de Qoobo, que básicamente es una bola de pelo con una cola que se mueve.

Qoobo es obra de Yukai Engineering, la misma empresa que perpetró locuras como las orejas Necomini -con forma de gato y que se movían al percibir las ondas cerebrales de quien las llevara puestas- y de Bocco, un robot que emite los mensajes de voz que le manden a través de un teléfono móvil, pensado para que los niños que pasan mucho tiempo solos en casa puedan escuchar las voces de sus padres, y no por teléfono. Los creadores de Qoobo aseguran que su intención no es la de sustituir a los mininos del mundo, sino la de repartir el amor por todos los hogares.

Según defienden, aquellos que acaricien a Qoobo se sentirán inmediatamente bien, porque además de ser suave, verán la alegría en su apéndice, que se mueve de un lado a otro como el de un gato o el de un perro feliz. Además, el movimiento será gradual: en un principio habrá ligeros bandazos y cuando la intensidad del contacto aumente, esta parte se contoneará con más energía.

Uno de sus trabajadores se quería mudar de casa pero se encontró con un problema: no podía encontrar una porque los caseros no admitían a su gato. Al final tuvo que dejar a su mascota en casa de sus padres para poder irse a vivir al apartamento que más le gustaba. Toda esta peripecia le hizo plantearse diseñar un aparato que le consolara cuando echara de menos a su amigo peludo. Y así nació Qoobo.

Aoki defiende que Qoobo no solo es útil en este tipo de situaciones, sino que también puede ayudar a personas con depresión o con ansiedad que no puedan permitirse tener un gato o un perro, o para todos aquellos que tengan una alergia.

Los que quieran hacerse con un Qoobo tendrán que esperar a junio de 2018 y estará disponible en dos colores: gris y marrón. Su batería durará 8 horas y se cargará a través de un puerto USB. ¿Su precio? Rondará los 100 euros.

Visto en: Revista GQ
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