Eikyō, influencias japonesas Revista occidental de contenido oriental
La artista nipona Tomomi Sayuda, que trabaja en Londres, ha presentado en sociedad un invento bautizado como La Máscara del Alma, que aunque parezca una idea loca más de las que nacen en oriente, tiene una finalidad encomiable y parece bastante útil.
En la sociedad nipona, este invento resulta interesante ya que permite a los trabajadores resoplar y soltar el estrés acumulado en la jornada laboral. Para lograrlo, el invento pretende que el usuario se sienta como un personaje de dibujos animados, o un superhéroe enmascarado. De esta manera se sentirá más libre de decir lo que piensa.
Al igual que las personas normalmente tímidas empiezan a cantar a todo pulmón sus canciones favoritas en el karaoke, la esperanza de su diseñadora es que al ponerse ponerse el casco de estilo superhéroe cada usuario se despoje de sus miedos.
En resumen, la máscara del alma da fuerza psicológica para ser capaz de hablar en público. Su diseño permite esconder la identidad del hablante y crear una pequeña intimidad en público.
La diseñadora japonesa asegura que es un homenaje a su difunto padre, que se quitó la vida «debido a la tensión relacionada con el trabajo» cuando ella era una niña.
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